Tu Querida Soledad

Parecía que ya no sentía nada. Siempre me hablaba de lo mismo, que envejecía mis días.
Dormía junto a mi, y a mi costado callaba. Con la sombra de su indiferencia.

El café con una de azúcar, y el humo al pie de la ventana escribía por mi.... "Que el sol siempre sale para todos, como la luna mengua cuando sueñas, y que ahora es tiempo de vivir".

Caminaba, y siempre comentaba  que se iría. Que me dejaría ser libre, pero que aun no era el momento.
Y alguna lagrima tibia me decía que pasaría, aunque lo quiera, y no. Luego se izo un nudo en el viento y se ahogo en el silencio.

Llegamos a casa, corrimos las cortinas, nos callamos. Y sentados en el sofá pensamos junto a la chimenea. Y el fuego que se avivaba en mi sendero. Era tan creciente la despedida, la que tampoco era alegría para mi..

Y me decía
- Amaras como lo que siempre decías, cuando era indiferente. Sobre todo cuando te parecía que no quería oírte. ¿Pero sabes? Si te oía, tan detenidamente, que me parecía ir en un velero por el sol
Y entre las olas, te veía venir como rió maravilloso, para despedirte de mi.

Le respondí. Que no cerraría las ventanas, y que habrá un momento tan necesario de su silencio y de su capacidad de comprenderme. Que el viento me ara recordar de la primavera y la lluvia de verano.
Y que el otoño tocara mi puerta junto al invierno intentando congelar mi memoria.

Porque no es fácil dejarla hacia que destino, o que puerto. Si volaran golondrinas en aquel lugar. Si recordara sentada en alguna tarde, que madure a su lado todo este tiempo. Que mi espíritu creció en sus manos. 

Y así volvió a decirme
- Llevas parte de mi a donde vayas, en una hoja en blanco, en esa guitarra negra al despertar. En el cielo veras esas nubes con mi nombre, y me abrazaras como las montañas al brillo en las mañanas.
Escribirás las cosas mas hermosas sin mi. Y cuando quieras que te escuche, lo are tan detenidamente, para volver a navegar contigo en alguna nueva historia con las que soñabas.

Y me dijo. Solo una cosa mas...
- Ella entenderá que me buscaras. Y te sentaras alguna tarde que parece morir cuando asoma la luna, y el sol va cayendo al mar.
No preguntara ¿por qué? 
Sabrá que no llevo intención de separarlos. Porque necesitara hablar conmigo, y también la escuchare. 

Quise responder. Y finalizo......
...........
Recuerda..recuerda que soy.....
Tu querida soledad.