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miércoles, 14 de noviembre de 2018

Como Esa Tarde

Si no me falla la memoria, navegue por la costura de su pensamiento antes y después de una puesta de sol. Fueron tantas tardes, pero se quedaba siempre una en mi imaginación.

Esa tarde con la cual fui feliz y la sentí tan cerca, aun con los obstáculos que nos sigue poniendo la vida, y muchas veces yo....
¿Se imaginara que sigo escribiendo sin saber su nombre? 

Si ya recostó su cabeza en mi hombro. Y aparte el cabello de su mejilla. Como este verano que se avecina, y sin suponer que lo viviremos juntos, lo siento como que todavía es primavera.

En el calor y la sombra del silencio en su camino, se que le importara lo que digo, sin oír mi voz y mi latido. Quizás el ruido de la ciudad no la deja saber de mi. 

Que cada noche antes de dormir suena en mi cabeza ¿En donde vives? ¿ Por qué solo estas en mi relato y en la letra de mi andar, y mi distraído despertar....

Aquí entra la luz  por mi ventana. Me sentare para que me rose la tarde, antes de que el sol acaricie el mar y despierte a su querida luna. Y así juntos navegar por las mentes de aquellos poetas tristes y creyentes. 

Porque el amor existe hasta en el ruido de un bosque solitario, y el verso acomodado en la aurora. Y en la atmósfera de las nubes, hasta la metáfora es posible ver, sentir y abrazar.

Sigo oyendo esta canción, y ella en mis brazos. Como aquel día que decidí comenzar a escribirle, sin mirarla de verdad.

Como muchas tardes..
Como esa tarde. Esa tarde naranja y el color de su pelo. Sus ojos y hasta su alma esta en mi pecho.
Como esa tarde que la vi en mi mente y le sonreí. Como esa tarde y esta, en mi ventana...











  


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