Todas las cosas distribuidas en el silencio.
Un cigarrillo en la mesa, las palabras que se ocultan en la neblina de una madrugada que cuenta los segundos de la quieta noche.
Esa que por desgracia nos oye gritar, solo entre las miradas. Fotografías en la pared, sonrisas que se recuerdan.
Seguramente se quedo el murmullo en la puerta, el beso negado en la esquina.
La comprensión entiende la conversación de la insinuación
La seguridad siente y sabe mas que la indiferencia
Los dichos son la energía de la sabiduría
Las preguntas son parte de lo predecible
Mirar dentro de ti es volar sin saber, ni tener alas.
El camino rocoso es la enseñanza para aprender a vivir y a superar nuestro propio mundo.
Los impulsos son los golpes buenos y malos
Los suspiros son como nubes entre los azules.
El miedo es quien quiere verte sufrir, y morir. Aun sabiendo que lo podrás vencer. Aun sabiendo que lo podrás callar por su mala educación.
El horizonte siempre espera que lo mires sin pensar en nada, para volar en su cielo.
El cielo es el universo que nos negamos a mirar, andando en el suelo, durmiendo y pensando de mas.
Cuando viajas a tus sueños con los ojos abiertos, lo que crees que no es posible vivir. Lo vives pero lo sigues negando.
Somos parte de la actuación, errando en nuestro propio guion. Observando la oscuridad del pasado y el futuro.
El presente siente admiración por nosotros, y lo ignoramos, como la crueldad ama la violencia, odiando la paz.
