Yo quería terminar la canción antes que vuelva a escuchar el ruido de la lluvia en el tejado. Y se me olvido la primera parte otra vez, lo curioso de todo esto es que no tenia prisa por tocarla. Aun sabiendo que necesita ser escrita y cantada.
Me despierto siempre de madrugada al trabajo, y suena la melodía junto a la letra que sigue yendo en blanco. Recorro la calle a la sombra de los faroles, y se esconde bajo la luna que se despide de mi y llora porque hoy no la besaron.
Mi guitarra esta fría, como frías suenan las cuerdas. ¿Serán los procesos de la vida, o los procesos de mi desanimo y olvido?
Me dijeron que son locos los que escriben, como locos los que sueñan.
Me confundí entre tantas cosas que escuche, y me pareció perderme creyendo en lo que se teme. Y le temía tanto a expresarme, escondido en la oscuridad de la luz del sol, que no era capaz de ver.
Decidí cambiar el pensar y comenzar a sentir la verdad de la vida, y olvidarme del instante, el que ahuyenta la ternura que se ahoga en mi café, y el humo que da forma de figuras y lazos en versos. Los versos que tal vez dejo ir en las dudas.
Todo el mundo pasa y ríe. Mientras voy en el autobús mirando mis sueños por la ventana. Y soñando con terminar el tema y la idea de hace mucho tiempo, que se desgasta con el reloj, que no se detiene ni siquiera por alguna acera ciega que no me ve, porque muchos pasan, dicen y hacen ruido.
Me envuelve y me abraza el amor, y el nombre se pierde en una y otra tarde. Que no la puedo pronunciar ni alterar el acorde, que se que tengo guardado en el pecho. Y el modo en que escribe un poeta . Pero la lluvia se sigue oyendo en mi claridad, en mi debilidad por escribir.
No le temo a la espera, y sea que no estoy yendo por el camino correcto.
No le temo a la espera, porque no altera mi tranquilidad, ni me trae infelicidad.
Prefiero ser paciente, loco, y loco soñador. Capitán de mi barco, lanzando mi red para recoger los versos de mi propio universo, de mi propio sueño, y aun así se asome el miedo....Comenzare, y terminare la canción.
Me envuelve y me abraza el amor, y el nombre se pierde en una y otra tarde. Que no la puedo pronunciar ni alterar el acorde, que se que tengo guardado en el pecho. Y el modo en que escribe un poeta . Pero la lluvia se sigue oyendo en mi claridad, en mi debilidad por escribir.
No le temo a la espera, y sea que no estoy yendo por el camino correcto.
No le temo a la espera, porque no altera mi tranquilidad, ni me trae infelicidad.
Prefiero ser paciente, loco, y loco soñador. Capitán de mi barco, lanzando mi red para recoger los versos de mi propio universo, de mi propio sueño, y aun así se asome el miedo....Comenzare, y terminare la canción.
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