Ya parece desvanecer el sol,
rosando el mar.
desprendiéndose los versos marinos
entre la marea y la espuma,
sublime aroma de café
en la ventana
acomodando los sentimientos.
Es una de esas tardes
que no vuelven a pasar,
aunque los rieles del tren noten avería
aunque las palabras terminen
el argumento
por detener el tiempo
Entre la ventana y las cortinas,
nacen las razones
de estar entre tus brazos.
entre tus manos los puntos
cardinales apuntando
hacia nuestro horizonte.
Una puesta en la ventana, tras el aroma de un café.
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